«El principio de la individualidad (o el de la `singularidad´) afirma que cada evento, observado o imaginado, es único, no puede repetirse ni substituirse sin diminuir su `verdad´, su validez. Este principio se resiste a la matematización.»
«9. Los ordenadores pueden decodificar textos complejos, pero no pueden decodificar textos complicados. Eventualmente, los ordenadores pueden construir textos complejos, o incluso textos erráticos, por ejemplo, utilizando la técnica de construcción aleatoria (esto es imaginable, aunque no ha sido explorado realmente). Sin embargo, para construir un orden realmente complicado, los ordenadores no son la herramienta apropiada. La única herramienta para construir un orden complicado es el cerebro humano (hasta donde sabemos). Posiblemente, todos los seres vivos pueden hacerlo: la vida misma es un orden complicado. El orden complicado es arbitrario. Cualquier observador puede proyectar sobre el conjunto observado el orden que quiera, reemplazando el desorden observado con particular orden complicado.»
«En lo que respecta a los principios de divisibilidad, veo a la sociedad como un todo, pero compuesto de individuos.»
«La imagen pública de un museo es la de un edificio más o menos clásico en el que se exhiben objetos de interés, de arte, etc. Los edificios de los museos son muy a menudo considerados como excelente arquitectura y se convierten en símbolos culturales.
Vivimos en una civilización de `embalajes´. Los productos se asocian más con una caja, un coche, etc. (pensad en Andy Warhol) y no lo que estos embalajes `contienen´.
En lo que a mí concierne, un museo empieza con las exposiciones: vitrinas, paneles, etc., o, más bien con lo que contienen. Se podría observar que una vitrina no es más que un `embalaje´, pero por lo menos no lleva un `logo´: es transparente y lo más neutral posible.
Pongámonos de acuerdo: un museo es un ensamblaje de soportes para exposiciones, una instalación de panales, vitrinas, etc. No hay necesidad de alojarlos en un edificio.»
BUDAPEST PREFACIO
» La tesis principal que defiendo en arquitectura, es que el personaje central no es el arquitecto sino el usuario del edificio, el habitante.
Este habitante no es el `hombre promedio´, una entidad imaginaria de los estadistas, sino una persona física, un individuo que es diferente a todos los otros. Además, hoy, él es diferente de aquel que fue ayer y del que será mañana.
Por lo tanto, tiene su propia percepción del espacio del que dispone para habitar: debe poder organizarlo en un momento dado y poder reorganizarlo de otra forma mañana.
Para hacerle posible esta adaptación continua de su hábitat, es necesario escoger las técnicas apropiadas. Estas técnicas son banales para una categoría de elementos del hábitat como los `muebles´, que él puede empujar, de un lugar a otro, sin ninguna asistencia técnica. Pero, en cuanto a los otros elementos del hábitat, los muros, suelos, puertas, ventanas, éstos no pueden ser cambiados sin intervenciones costosas y complicadas.
Este es el reto de la nueva arquitectura: ¿cómo hacer que todos estos componentes puedan hacerse `móviles´ a la manera de los muebles?
Este reto puede tener varias consecuencias, aparte de las microsociológicas. Una arquitectura así introduciría también el cambio constante de la ciudad, la posibilidad de reorganizar continuamente y sin demoliciones el plan de urbanismo de un barrio. La movilidad del plano urbano debería ser, en la medida de lo posible, como la de los muebles.
Esto es importante porque inclusive el concepto fundamental de la ciudad se está transformando. Las nuevas técnicas y la nueva mentalidad no imponen ya la `proximidad´, es decir, la condensación urbana. La megalópolis puede ser reemplazada por una `red de ciudades´, facilitando el desplazamiento del público al mismo tiempo que se reduce la necesidad.
La nueva arquitectura y el nuevo concepto de la ciudad también cambiarán necesariamente el aspecto estético del hábitat humano. Un nuevo arte de `esculpir el espacio´ puede emerger.
Muchos jóvenes arquitectos perciben esta problemática. Es premonitorio juzgar sus proyectos y es importante llevarlos a la atención del público.
Todo proyecto es un indicador del porvenir.»
ACERCA DEL MUSEO
3. Un museo es una instalación para el ocio, para que la gente camine, para que mire los objetos expuestos mientras se come un bocadillo.
4. La arquitectura es el factor menos importante para un museo: muchas veces, sólo logra confundir.
2. Se supone que el público que visita un museo lo hace para informarse. Como los objetos en exhibición son escogidos por un grupo, mencionado arriba, la información es inevitablemente deformada. Se deforma en ambos extremos: el grupo que selecciona la colección tiene la intención de entregar una información en particular, mientras que los visitantes ven otra. Como herramienta de información, los museos son ambiguos.
3. Personalmente, preferiría considerar la exposición de una colección como un lugar de ocio, en donde se puede caminar, sentar, hablar, comer. Los objetos no son por lo tanto la única razón para estar allí; podéis simplemente disfrutar su presencia a vuestra manera.
… Tenemos que reinventar la calle como museo.
UN MUSEO NO ES UN EDIFICIO
La imagen pública de un museo es la de un edificio más o menos clásico en el que se exhiben objetos de interés, de arte, etc. Los edificios de los museos son muy a menudo considerados como excelente arquitectura y se convierten en símbolos culturales. Vivimos en una civilización de `embalajes´. Los productos se asocian más con una caja, un coche, etc. (pensad en Andy Warhol) y no lo que estos embalajes `contienen´.
En lo que a mí concierne, un museo empieza con las exposiciones: vitrinas, paneles, etc., o, más bien, con lo que contienen. Se podría observar que una vitrina no es más que un `embalaje´, pero por lo menos no lleva un `logo´: es transparente y lo más neutral posible.
Pongámonos de acuerdo: un museo es un ensamblaje de soportes para exposiciones, una instalación de paneles, vitrinas, etc. No hay necesidad de alojarlos en un edificio.
VISTO DESDE AFUERA
Notas del autor
En lo que respecta a los principios de divisibilidad, veo a la sociedad como un todo, pero compuesto de individuos.
Introducción
Simplemente `soy´, como cualquier otro ser o cosa. He aprendido esta actitud de mi difunta perra quien nunca analizaba el mundo, simplemente vivía en él y se adaptaba.
SIEMPRE YONA, YONA SIEMPRE – II
Es por eso que en la arquitectura, ya lo he dicho, es imposible que el arquitecto haga lo que el usuario quiere. La única forma, es tener una técnica en la que el usuario haga lo que quiere y no haya intermediario.